viernes, 30 de noviembre de 2012

CAPÍTULO 31.



31 1Yo hice un pacto con mis ojos
de no fijarme en doncella.
2A ver, ¿qué suerte reserva Dios desde el cielo,
qué herencia el Todopoderoso desde lo alto?
3¿No reserva la desgracia para el criminal
y el fracaso para los malhechores?
4¿No ve él mis caminos,
no me cuenta los pasos?
5¿He caminado con el embuste,
han corrido mis pies tras la mentira?
6Que me pese Dios en balanza sin trampa
y comprobará mi honradez.
7Si aparté mis pasos del camino,
siguiendo los caprichos de los ojos,
o se me pegó algo a las manos,
8¡que otro coma lo que yo siembre
y que me arranquen mis retoños!
9Si me dejé seducir por una mujer
y aceché a la puerta del vecino,
10¡que mi mujer muela para un extraño
y que otros se acuesten con ella!
11(Eso es una infamia,
un delito que compete a los jueces;
12fuego que devora hasta lo hondo
y arranca de raíz mis cosechas).
13Si denegué su derecho al esclavo o a la esclava,
cuando pleiteaban conmigo,
14¿qué haré cuando Dios se levante,
qué responderé cuando me interrogue?
15EI que me hizo a mí en el vientre,
¿no lo hizo a él?,

¿no nos formó uno mismo en el seno?
18Desde mi infancia me crió como padre
y desde el seno materno me guió.
16Si negué al pobre lo que deseaba
o dejé consumirse en llanto a la viuda,
17Si comí el pan yo solo
sin repartirlo con el huérfano,
19Si vi al vagabundo sin vestido
y al pobre sin nada con qué cubrirse,
20y no me dieron las gracias sus carnes,
calientes con el vellón de mis ovejas;
21Si alcé la mano contra el inocente
cuando yo contaba con el apoyo del tribunal,
22¡que se me desprenda del hombro la paletilla
y se me descoyunte el brazo!
23Porque el terror de Dios me espantaría
y me anonadaría su sublimidad.
38Si mi tierra ha gritado contra mí
o sus surcos han llorado juntos,
39si comí su cosecha sin pagarla
asfixiando a los braceros,
40¡que mi tierra dé espinas en vez de trigo;
en vez de cebada, ortigas!
24Lo juro:
No puse en el oro mi confianza
ni llamé al metal precioso mi seguridad;
25no me complacía con mis grandes riquezas,
con la fortuna amasada por mis manos.
26Mirando al sol resplandeciente
o a la luna caminar con esplendor,
27no me dejé seducir secretamente
ni les envié un beso con la mano.
28(También esto es delito
que compete a los jueces,
pues habría negado al Dios del cielo).
29No me alegré en la desgracia de mi enemigo,
ni su mal fue mi alborozo
30ni dejé que mi boca pecara
deseándole la muerte.
31¡Lo juro! Cuando los hombres de mi campamento dijeron:
«ojalá nos dejen saciamos de su carne»,
32el forastero no tuvo que dormir en la calle,
porque yo abrí mis puertas al caminante.
33No oculté mi delito como Adán
ni escondí en el pecho mi culpa.
34Por temor al griterío de la gente,
por miedo al desprecio de mi clan,
no me estuve encerrado y en silencio.
35¡Ojalá hubiera quien me escuchara!
[Aquí está mi firma! Que responda el Todopoderoso,
que mi rival escriba su alegato:
36lo llevaría al hombro
o me lo ceñiría como una diadema;
37le daría cuenta de mis pasos
y avanzaría hacia él como un príncipe.
40cFin de los discursos de Job. 


31 Job: juramento de inocencia. Estamos plenamente en contexto judicial: Job, después de acusar a su adversario, afirma su inocencia con juramento. El juramento negativo tiene una forma básica que podríamos imitar en castellano "¡Que Dios me castigue si he hecho tal cosa!": es decir, una condicional que transforma la negación, y una imprecación a Dios justiciero. El pecado y el castigo se suelen especificar. Una variante de la forma fundamental suprime la imprecación explícita, y la forma resulta en hebreo "Si he hecho tal y tal cosa", que hemos de traducir por "Juro que no ... " - El nombre de Dios de ordinario no suena explícito.
El capítulo se compone básicamente de una serie de juramentos específicos. La serie no parece ni completa ni ordenada. Casi todos los delitos figuran en la legislación israelítica. Además de este material básico, el capítulo contiene una introducción (2-6), una peroración (35-37), un aparte (23) y un par de consideraciones de orden legal, que muchos consideran glosas (11 s y 28). Para entender la introducción y el aparte, tenemos que conocer la fuerza del juramento. Dios garantiza los juramentos que se hacen en su nombre. Jurar es invocar el nombre del Señor sobre la verdad, la realidad de un hecho; por eso jurar por el Señor con verdad es un acto de culto, el nombre que uno invoca en el juramento define su religión o confesión; pero jurar por algo falso es querer consolidar con el nombre de Dios lo que no tiene consistencia; es pecado gravísimo contra el tercer mandamiento, Ex 20; Dt 5. El juramento inspira un sacro terror y regula con su sustancia religiosa la vida ciudadana.Job comparece como un acusado que apela al tribunal del templo: véase p. ej. el Salmo 7. La paradoja es que Job apela a Dios contra su adversario, que es Dios. Entra en el género literario aceptando sus convenciones y lo hace estallar con su situación personal.
* Varios versículos de este capítulo sufren variación en su orden correlativo. 

31,1 Como soberano de sus sentidos. El verso suena fuera de lugar, se debería leer después de 10 o de 12.
31,2-4 Véanse Job 14,16; Sal 33,13-15; 119,168; 139,1-4; Eclo 17,15. 

31,6 Nótese la imagen de la balanza de la justicia y véase Dn 5,27. 

31,7 Nm 15,39; Dt 13,18; Prov 4,25-27 y Job en 23,11. 

31,8 Véanse 5,5; 27,17; Lv 26,16; Miq 6,15; Is 65,22. 

31,9 Véanse 24,15; la legislación en Ex 20,17; una descripción en Prov 7,6-27; Eclo 23,18-27. 

31,11-12 Suena a glosa. Véase la legislación en Lv 20,10 Y Dt 22,22. Sobre el castigo por el fuego véase Dt 32,22; Prov 6,27-29; Eclo 9,8. 

31,13 Ex 21 ,2-11 ; Lv 25,39-55; Dt 15,12-23. 

31,14 En gesto judicial: Sal 71,10; Is 31, 2. La forma del juramento cambia aquí usando la interrogación. 

31,15 La motivación se lee en Prov 22,2; véase también Prov 17,5 y Mal 2,10. 

31,16-17 Refutando la acusación de Elifaz en 22,7-9. Otros paralelos: Is 58,7; Prov 22,9; Tob 4. En nuestra terminología, pasamos de las obras de justicia a las de misericordia, dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, dar posada al peregrino; para el autor entran en la misma categoría de obligaciones. 

31,19 Is 58,7. 

31,24-25 Sal 49,13-14; Prov 11,28. 

31,26-27 Dt 4,19; Jr 8,2; Ez 8,16.

31,28 Quizá glosa. El Dios del cielo crea los astros como señores del día y de la noche, puras creaturas y no dioses.

31,29-30 Con algunos límites la legislación condena el espíritu vengativo: Ex 23,4-5; Lv 19,18; más frecuente en la literatura proverbial: Prov 20,22; 24,17-19; 25,21-22; doctrina llevada a su perfección en el N. T., p. ej. Mt 5,43-48. 

31,31-32 El texto es difícil, aunque es bastante claro que se trata de delitos contra la hospitalidad. El autor parece pensar en los delitos sexuales narrados en Gn 19 (Sodoma) y en Jue 18. Tal como está el texto, Job se opone a las proposiciones de su gente contra el extranjero. 

31,33-34 La confesión del delito propio da gloria a Dios, Jos 7,19, Y aclara una situación en una comunidad. En vez de Adán, leen otros "tierra", pues la tierra absorbe la sangre y encubre así el homicidio. 

31,35-37 La peroración es un desafío, en el que resuenan los gritos repetidos de 13, 22-23; 19,23-24 y 23,2-4. Aquí tenemos la confesión de Job con su propia firma; ahora toca al contrincante. Si se calla, es que no tiene razón, Is 41,26-29 (los ídolos); si habla o presenta un documento escrito, tendrá que declarar sus razones, y Job lo refutará y dejará convicto. En ambos casos, silencio o palabra, Job ganará su pleito contra Dios; por eso concluye con ese gesto y ademán principesco: al hombro, bien visible, el instrumento de su absolución, con paso firme hacia el supremo encuentro. El texto hebreo es algo dudoso, por lo cual difieren las versiones. 

31,38-39 Parece tratarse de la explotación de pequeños propietarios o bien de no pagar a los braceros (como leen otros). En cualquier caso, la tierra pide venganza contra el explotador. 

31,40 Véase Gn 3,17-18; 4,12. Continúa, tras una pausa o repentina, la respuesta de Dios, capítulos 38-41.

No hay comentarios:

Publicar un comentario